martes, 7 de febrero de 2017

Qué ver en Lombok - Bali - Indonesia



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Amanece un nuevo día, ansiosos por lo que todavía nos quedaba por disfrutar.

Tras 4 días maravillosos en Ubud, tocaba cambiar de zona. (Si aún no has visto nuestro Post entra: aquí).

Nos recogieron temprano por la mañana para llevarnos al Aeropuerto de Bali (Denpasar).
Nuestro vuelo salía a las 9:10 a.m.

Íbamos con un poquillo de miedo, ya que íbamos a volar con una compañía que está en la BlackList de las aerolíneas poco fiables. Wings Air (Bajo coste de Bajo Coste).
Teníamos para escoger 2 opciones: 

  • Jugárnosla en un vuelo de 20 minutos en un avión de hélices viejo, comprado en una página de dudosa fiabilidad, descifrando Indonesio con lo que parecía inglés.
  • Jugárnosla en Ferry de o: 2 horas en rápido + 2 horas en Bus hasta el puerto = 4 horas en total, o 4 horas el normal + 2 horas en Bus = 6 horas en total.
Así que nos decantamos por el avión. Fue la opción más económica (20€/Persona) y rápida.

Entramos en pista y en la siguiente foto podéis observar nuestra cara al ver el querido avioncito:



Aterrizamos sanos y salvos en Lombok. Hemos de decir que, para el miedo que llevábamos, el vuelo fue bastante bueno.



¿Quieres ver nuestro vídeo sobre Lombok? Dale al play :)




Recogimos maletas. Aeropuerto mini. Encuentras mil personas ofreciéndote Transfer. Negociamos y directos al Hotel. Dirección: Senggigi.

Hotel Senggigi Beach. Los hoteles los mencionaremos en otro post, todos los del viaje a Indonesia y la opinión (aquí pondré el enlace).

Llegamos al mediodía. Empezó a llover a cántaros. Así que esa tarde investigamos todo el hotel y su playa e informarnos de precios de alquiler de moto, traslados al siguiente destino: Gili Trawangan, etc...

Día 2. 

Cogimos temprano la Moto. Y no se nos ocurre otra cosa que ir a las mejores playas de todo Lombok que están ubicadas al sur de la isla, una 2 horas y media aprox (en moto).
Nos embargaba la emoción por descubrir Lombok en moto. Perdernos por lugares jamás imaginados...

Hay miles de motos. La gente está acostumbrada a moverse así. 

Íbamos flipados por todo lo que nuestros ojos estaban viendo: Paisajes verdes poco explorados, la amabilidad de la gente cuando les preguntas o simplemente te saludan, las playas... oh sí... las playas.





Después de unas horas en moto llegamos a Kuta con el trasero cuadrado. Apenas llegamos a la playa de Kuta ... Flipamos. Sin más... El color del agua era simplemente espectacular. 





Decidimos no pararnos e ir a la playa que nos cautivaría minutos después. 
Tanjung Aan.



En la playa se nos acercaron (sin agobiar y con toda la amabilidad del mundo) para venderte, sarong, pulseras, collares, cocos, bebidas, etc... 
Aprovechaban y se quedaron con nosotros sobre el lugar, sobre de dónde éramos. Son amables.

Aquí Ana no se pudo resistir a comprar pulseras a unas niñas encantadoras.



Tras toda la mañana en esta playa, queríamos seguir descubriendo otras porque estábamos muy lejos del hotel. Pasamos por Kuta Beach, yendo hacia Selong Belanak.

En la siguiente foto, un ejemplo de todo lo que veíamos.





En este trayecto hacia la playa que buscábamos y alejados desde hacía minutos de motos y coches, aislados... sucedió algo que nos cambiaría irremediablemente el resto del viaje...

El tiempo se nos paró. ⌛

Lo último que recuerdo fue que íbamos en Moto subiendo montaña hacia la playa y lo que conocemos aquí como un carril de un sentido, era para dos sentidos, mitad y mitad. Por lo que ibas justo si querías estar correctamente en tu mini carril.

De repente me vi en el arcén izquierdo (arena) y entre la carretera y el arcén un pequeño desnivel.
Procedo a incorporarme a la carretera cuando la rueda se ladea al hacer contacto con el firme y volcamos. 

A una velocidad lógica para esa carretera, y sin poder remediarlo, nos caímos de la moto.

Nos viene a la cabeza como si lo estuviéramos viviendo de nuevo. Momentos de tensión, de no controlar la caída, de ver cómo avanzas en metros golpeando tu cuerpo contra el suelo duro y esperando que pare...

Tras finalizar la caída... le pregunto a Ana si está bien. "Me duele el pecho y las costillas" a lo que me mira y con una cara de susto me dice ..."¡Tápate corre!". 
Estaba transtornado por la caída, notaba dolores de pecho y me costaba respirar. 
Cuando me dice Ana que me tape, inclino la cabeza hacia abajo y en ese momento soy consciente de la cascada de Sangre que caía desde mi barbilla hacia el suelo. Wow. No paraba de caer sangre. 
A lo que me entró mareo como cada vez que suelo ver sangre y me tumbé en la carretera, tapándome la sangre con un pañuelo. 

Por mi cabeza pasaba esto: Estamos solos desde hace rato. No para de salirme sangre. No puedo moverme del mareo que tengo... ¿es este mi fin? ¿aquí y ahora? ¿dejo a Ana solita?

Pasan 3 minutos eternos y unas motos se paran para preguntar si estamos bien. A lo que al minuto se para también una furgoneta que iban Alemanes junto con los Guías Indonesios.
Nos llevaron rápidamente en su furgoneta hasta el centro médico, que estaba a 10 minutos, (una sala de mini atenciones médicas) y uno de ellos nos acercó la moto también hasta allí. 

Magulladuras, rascaduras y un corte que hizo falta 5 puntos. 

Reflexiono. Unas personas que no nos conocen de nada, somos extranjeros en su país, tienen el detalle de pararse, ver cómo estamos, auxiliarnos, llevarnos hasta un centro médico más cercano, traernos la moto hasta allí. ¿Por qué? No somos nadie para ellos. 
¿Sabéis qué se siente cuando alguien, en un momento muy mal de tu vida por lo que estaba pasando, muestra tal bondad, tal empatía hacia tu mujer y hacia ti?
Sólo hacíamos que darles las gracias. No tengo palabras para explicar nuestra gratitud a todos los que amablemente se pararon para auxiliarnos. 

Tras finalizar en el centro médico, paramos un rato por el mareo, comimos algo y ya teníamos que regresar antes que se hiciera de noche, porque estábamos lejos. 
En el transcurso del viaje el cielo estaba para tormenta y tuvimos la gran suerte que nos cayeron gotas sólo al estar cerca del hotel. 

Gracias a tener el Seguro Médico de Viaje, pudimos recuperar el dinero de las medicinas y médicos que me vieron. Primero se paga y con facturas luego se envía al Seguro y te lo reembolsan. Genial. Hasta ahora, siempre lo hicimos aunque nunca lo usamos. Menos mal que lo teníamos hecho. 

Anécdota: Dentro de lo malo, siempre hay algo gracioso que recordar... 
Veamos...

En Indonesia el volante está en la derecha y se conduce por la izquierda. Imagina la escena: Vamos en los asientos de atrás de la furgoneta. Yo en el lado izquierdo, Ana a mi derecha. En uno de los momentos en que alzo la vista, veo al hombre que está delante mío girarse a hablar hacia sus amigos, detrás nuestro y de repente un camión venía de frente. No podía articular palabra con mi mareo, a lo que decía, nena, el camión, cuidado, que viene, que se gire, el camión....entre balbuceos míos... Todos flipando diciendo, qué le pasa a este ahora... a lo que Ana se da cuenta y ya se echa a reír y les explica a todos que, yo pensaba que el conductor era el de la izquierda como en Europa y al verlo girado, pues imagina....locura total, ¡íbamos a estrellarnos! Momento gracioso que luego no paramos de reír. 

Día siguiente. Estábamos dispuestos a que este suceso no nos amargara las vacaciones. Recogimos todo y nos fuimos dirección a otro gran descubrimiento para nosotros... Islas Gili. Comenzamos en... Trawangan.

Por cierto, la estancia en Lombok nos encantó. Nos enamoró. De lo único que nos arrepentimos es de no habernos quedado más días y disfrutar de Kuta y el Norte de la Isla. De hecho, queremos regresar algún día.

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El Blog de Moisés y Ana


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